Un fin de semana ajetreado, aunque fuera un sábado 13, día no propicio para supersticiosos pero si para valientes intrépidos.
Esta vez el escenario de la charla fue la Caja Círculo, una sala más pequeña pero con un gran encanto.
Después de llevar un buen rato preparando la sala para dar la charla, llego una grata sorpresa cuando vimos entrara en la sala a la cámara de Televisión Castilla y León, nos miramos estupefactos pero con ganas de saltar de alegría.
La charla se demoró un poco, ya que Javier tuvo que atender a la televisión, pero una vez que estuvo dentro de la sala, nos volvió a teletransportar a Villarrica, con una fluidez ya no solo de palabra sino de sentimientos, hizo que la sala sintiera sensaciones que él ha vivido allí.
Escuchar a Javier es como vivir una historia, hacerla tuya propia, sabiendo que la realidad es mucho más dura de lo que tu la conoces y, además, te hace participe de esa posibilidad de cambio.
La charla termino con ganas de saber más y sobretodo con ganas de ayudar en todo lo que se pudiera.
Otra gran sorpresa de la tarde, fue cuando un empresario vallisoletano ofreció una ayuda económica a la asociación, si es importante la inyección económica, es igual de importante la inyección moral que nos insuflo a todos.
Al día siguiente teníamos el mercadillo solidario, un mercadillo especial ya que todas las cosas que se vendían eran productos hechos por todos nuestros amigos que querían colaborar (Ana, Pepa, María, Paul, Gonzalo, Natalia….y muchos más que se me olvidan en cuanto al nombre, pero nunca en cuanto a su acto).
Fue curioso como al principio extendíamos todas las cosas para que disimulara nuestra escasez, pero a medida que pasaba el tiempo, llegaba un nuevo amigo y nos traía más mercancías; pendientes, carteras, balones, broches, fotografías, anillos, ropa, etc…todo hecho con un pensamiento, AYUDAR.
Sensacional la ayuda de los demás, la gente se interesaba por el proyecto, y les daba igual lo que compraran, es la primera vez, que veo que el dinero pierde todo su valor para ser un medio de intercambio de felicidad y ánimo.
Muchas gracias a todos los que colaborasteis, a los que comprasteis algo, a los que os acercasteis a saber del proyecto,…. ¡¡¡GRACIAS!!!
Ahora después de cerrar este fin de semana, de tantas alegrías, seguimos trabajando para que el espíritu de Morochito siga vivo, pronto os informaremos de todo lo que tenemos pensado.
Antes de terminar este escrito, me gustaría mandar un abrazote enorme junto con muchísimos ánimos para EL CHIRU, ya que hoy le operan de un menisco que le está dando guerra, y me gustaría hacerle llegar todo el apoyo del mundo.
Esta vez el escenario de la charla fue la Caja Círculo, una sala más pequeña pero con un gran encanto.
Después de llevar un buen rato preparando la sala para dar la charla, llego una grata sorpresa cuando vimos entrara en la sala a la cámara de Televisión Castilla y León, nos miramos estupefactos pero con ganas de saltar de alegría.La charla se demoró un poco, ya que Javier tuvo que atender a la televisión, pero una vez que estuvo dentro de la sala, nos volvió a teletransportar a Villarrica, con una fluidez ya no solo de palabra sino de sentimientos, hizo que la sala sintiera sensaciones que él ha vivido allí.
Escuchar a Javier es como vivir una historia, hacerla tuya propia, sabiendo que la realidad es mucho más dura de lo que tu la conoces y, además, te hace participe de esa posibilidad de cambio.
La charla termino con ganas de saber más y sobretodo con ganas de ayudar en todo lo que se pudiera.
Otra gran sorpresa de la tarde, fue cuando un empresario vallisoletano ofreció una ayuda económica a la asociación, si es importante la inyección económica, es igual de importante la inyección moral que nos insuflo a todos.
Al día siguiente teníamos el mercadillo solidario, un mercadillo especial ya que todas las cosas que se vendían eran productos hechos por todos nuestros amigos que querían colaborar (Ana, Pepa, María, Paul, Gonzalo, Natalia….y muchos más que se me olvidan en cuanto al nombre, pero nunca en cuanto a su acto).
Fue curioso como al principio extendíamos todas las cosas para que disimulara nuestra escasez, pero a medida que pasaba el tiempo, llegaba un nuevo amigo y nos traía más mercancías; pendientes, carteras, balones, broches, fotografías, anillos, ropa, etc…todo hecho con un pensamiento, AYUDAR.
Sensacional la ayuda de los demás, la gente se interesaba por el proyecto, y les daba igual lo que compraran, es la primera vez, que veo que el dinero pierde todo su valor para ser un medio de intercambio de felicidad y ánimo.
Muchas gracias a todos los que colaborasteis, a los que comprasteis algo, a los que os acercasteis a saber del proyecto,…. ¡¡¡GRACIAS!!!
Ahora después de cerrar este fin de semana, de tantas alegrías, seguimos trabajando para que el espíritu de Morochito siga vivo, pronto os informaremos de todo lo que tenemos pensado.
Antes de terminar este escrito, me gustaría mandar un abrazote enorme junto con muchísimos ánimos para EL CHIRU, ya que hoy le operan de un menisco que le está dando guerra, y me gustaría hacerle llegar todo el apoyo del mundo.
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