El pasado sábado 27 y 28 de Febrero celebramos junto con la Asociación Juvenil Pequeño Trébol y la Parroquia de San Miguel y San Julián de Valladolid un mercadillo solidario de postres en la Sacristía de la Parroquia. Niños, monitores, familias, feligreses: GRACIAS. Gracias por que nos habéis hecho sentir que nuestro proyecto, que desde ya es también vuestro, está vivo. Gracias por volcaros en la preparación de los postres.Gracias por acudir a la cita y crear el ambiente que se respiraba en la sacristía.Gracias a los niños por entender la importancia de colaborar con quien más lo necesita. Gracias a la parroquia por permitirnos estar allí. Gracias a todos los monitores por pensar en nosotros para esta actividad. De verdad, de corazón: GRACIAS.
No eran todavía las 6 de la tarde cuando varias familias esperaban con sus postres en la calle a que la parroquia abriera sus puertas. Durante un buen rato no paró de venir gente y las mesas se llenaban de dulces. Poco a poco todo se organizaba: los niños más mayores se encargaban de la venta de las racciones (¡habéis entendido como nadie lo que significa solidaridad!), los pequeños estaban ocupados con su taller de repostería (¡que maravilla de bizcochos creastéis!), los padres charlaban y nosotros observábamos todo ello desbordados ante tanta generosidad. Al filo de las 7 llegó el momento de presentar nuestro proyecto. Era la primera vez que no estaba Chiru y también era la primera vez que podíamos contar llenos de alegría que el centro de día ya está funcionando. Después de la presentación llegaron las preguntas, las felicitaciones y los ánimos para seguir adelante. A las 8 tocó recogerse hasta el día siguiente, esta vez por la mañana, en el que de nuevo vivimos un gran ambiente. A las familias que tras la visita del sábado repitieron, se unieron los feligreses que nos visitaron tras las eucaristías de la mañana. Al filo de las 2 de la tarde se terminaban todos los dulces y recogíamos todo temporalmente porque seguro que volveremos a colaborar.
Gracias también por los 731€ que se recaudaron. Ya están camino de Paraguay, donde todos los que participaron en la actividad tienen un trocito del Centro de Día Morochito.
¡UN MILLÓN DE GRACIAS!
No eran todavía las 6 de la tarde cuando varias familias esperaban con sus postres en la calle a que la parroquia abriera sus puertas. Durante un buen rato no paró de venir gente y las mesas se llenaban de dulces. Poco a poco todo se organizaba: los niños más mayores se encargaban de la venta de las racciones (¡habéis entendido como nadie lo que significa solidaridad!), los pequeños estaban ocupados con su taller de repostería (¡que maravilla de bizcochos creastéis!), los padres charlaban y nosotros observábamos todo ello desbordados ante tanta generosidad. Al filo de las 7 llegó el momento de presentar nuestro proyecto. Era la primera vez que no estaba Chiru y también era la primera vez que podíamos contar llenos de alegría que el centro de día ya está funcionando. Después de la presentación llegaron las preguntas, las felicitaciones y los ánimos para seguir adelante. A las 8 tocó recogerse hasta el día siguiente, esta vez por la mañana, en el que de nuevo vivimos un gran ambiente. A las familias que tras la visita del sábado repitieron, se unieron los feligreses que nos visitaron tras las eucaristías de la mañana. Al filo de las 2 de la tarde se terminaban todos los dulces y recogíamos todo temporalmente porque seguro que volveremos a colaborar.
Gracias también por los 731€ que se recaudaron. Ya están camino de Paraguay, donde todos los que participaron en la actividad tienen un trocito del Centro de Día Morochito.
¡UN MILLÓN DE GRACIAS!
